Consecuencias del ciberacoso.
El ciberacoso está presente las 24 horas del día. Siempre está en línea.
Incluso si se apaga el ordenador la víctima sabe qué página web está
accesible, o qué personas están propagando ese rumor sobre ti. La dureza
de esto es psicológicamente devastadora. Los
efectos secundarios de la violencia sistemática (ya sea psicológica,
física o sexual) de páginas difamatorias, suelen incluir, en la mayoría
de los usuarios agredidos, estrés, humillación, ansiedad, ira,
impotencia y fatiga; y, aunque en pocos casos se han presentado
enfermedades físicas, en gran parte de estas situaciones el individuo
acosado tiene una enorme pérdida de confianza en sí mismo. Para la
creación de este ambiente nocivo, los acosadores recurren a las diversas
técnicas ya descritas con el fin de generar una especie de delirio de persecución en sus víctimas, de herir y asustar a la víctima. Buscarán crear un estado de paranoia en la cual la víctima dude de sí
misma, intentando así deshacer su vida en todos los aspectos:
profesional, social, amoroso y familiar.
El ciberacoso provoca importantes secuelas psíquicas y físicas, estados fuertes de ansiedad, insomnio tardío, dolores de espalda y estados depresivos. El afectado tiene un descenso en su rendimiento, además de provocar secuelas psicológicas y emocionales subsiguientes, con una autoestima fuertemente lastimada.
Las fotos de conductas ilegales o inapropiadas robadas pueden sentar
precedente y costarles en un futuro el acceso a educación institucional o
a un empleo.
los acontecimientos traumáticos frustran la iniciativa y destrozan la
competencia individual. Con independencia de la actitud de la víctima,
el acoso ha proseguido, es decir que no importa lo valiente y lo llena
de recursos que esté la víctima; sus acciones fueron insuficientes para
evitar el desastre. Después de los acontecimientos violentos del acoso
las víctimas revisan y juzgan su propia conducta, y los sentimientos de
culpa y de inferioridad son prácticamente universales.
EVITEMOS ESTOS DAÑOS, SEAMOS CONCIENTES.
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